En un lugar, donde la tierra colorada abunda y los árboles están caídos, ya que los robots asesinos los cortaban para encontrar con mayor facilidad su “presa”, se encontraban tres chicos, una chica de pelo lacio castaño, de estatura mediana llamada Marion, y dos chicos, mas bien altos, uno rubio llamado Dominic y el otro llamado Robert.
Los jóvenes se conocían desde los siete años, y se sabían hasta la última maña del otro. Una tarde como todas en el porsche de la casa de Marion vieron algo que les llamo la atención, una civilización de robots marchaba por la calle, entonces es cuando la madre grita casi haciéndolo llegar a los cuatro vientos – lo lograron, ¡después de tanto tiempo de ocultarlos y encerrarlos!, pero cómo no se dieron cuenta de que son capaces de todo-. – ¿De qué hablas?- dijo Marion si entender, - de los robots era obvio mataron a las fuerzas especiales y empezaran su dominación- contesto la madre resignada. De un momento a otro se empezaron a oír gritos y autos estallando; era posible que la vida humana se hundiera bajo la dominación cibernética. Mario, el padre, llegaba por la puerta trasera con una escopeta en sus manos cargada y lista para ser descargada si piedad ante la guerrilla robótica; los noticieros creaban un clima de pánico e imágenes horrendas, en la televisión destruía psicológicamente a las personas.
Eran las cero en el reloj digital de Dominic, se encontraban los tres jóvenes reunidos en la azotea de su casa pensando en que tal vez se desataría la rebelión, o la nada para siempre, entendían que debían hacer algo y no quedarse a ver y contar a los caídos de su propia y amada tierra. Lo que antes era su simple barrio se había convertido en un barrio-estado denominado así por la forma de gobierno androide. Siete meses contrarrestando a los ataques, pasaron estos jóvenes sin poder derrotar a la nueva colonización; su vidas ya no eran lo mismo esto estaba claro, hasta que a Robert susurro al oído de Dominic pareciéndole una buena idea –su base y sistema funcionan como un reloj, cada tuerca corresponde a un movimiento, y una sola pieza fuera de lugar llevaría al parate de los ataques, la única manera es utilizando e instalando en su base madre un sistema creado por el hombre-, -claro, Windows, respondió Dominic- despertando a Marion que casi se terminaba de dormir y dejándola fuera de la charla con tal contestación, -¿Qué, qué ocurre con Windows?- preguntaba entre dientes a Dom, -era la solución, tiene razón Rob, instalando el sistema operativo, veremos caer a esta colonización.
Luego de la investigación, de la revisión del plan, y armarse de valentía, ya estaban en marcha, llegando a la base descansaron sobre un valle desde el cual visualizaban el área cibernética, era como una gran ciudad de cabezas plateadas marchando, con esclavos de piel, por supuesto que se trataba de humanos. Empezaron por destruir a los guardias robots, ésto lo lograron gracias a la bomba de agua que utilizaron para oxidarlos y quemarlos, les robaron sus tarjetas de identificación en ingresaron, en el interior de la plataforma androide, donde se escuchaban detalladamente sonidos chirriantes de maquinas trabajando, de pronto una alarma alerto intrusos, fue entonces cuando una avalancha plateada avanzo sobre los tres jóvenes, corrieron a más no poder por todas las tarimas esquivando rayos láser y sierras eléctricas, pero sin embargo quedaron acorralados contra la puerta principal de la placa madre, ninguna de sus tarjetas funcionaban para ese sector, hasta que el código de la puerta fuera descifrado nadie podría entrar, el código era conocido únicamente por el líder autómata, que en ese momento se encontraba transmitiendo globalmente sus objetivos; Dominic había llevado su notebook para suerte de ellos, ya que podría utilizarla para romper el cifrado de la puerta e ingresar, utilizando una antena de WiFi, pero necesitaba de mucho tiempo, y la avalancha volvía a avanzar sobre ellos.
Se encontraban luchando Rob y Marion, ambos dos estaban exhaustos de esquivar y proteger a su amigo que se ocupaba de la puerta, pero entonces cuando todo parecía que nada era peor, la reserva de agua de sus mochiles se les agotaron quedando así completamente indefensos, rayos láser y gases abrumaban a los tres. La puerta de pronto hizo un ruido diferente, Robert y Marion preguntaron al unísono -¿Lo lograste?-, -no hice nada- respondió perplejo Dom; de la puerta empezó a salir humo, lo que había ocurrido era que un rayo de uno de los robots había dado en la cerradura, los tres no dudaron un segundo para aprovechar el humo y entrar.
Era inmensa la sala que contenía la maquinaria que denotaba colores como el azul eléctrico y el plateado, pero parecía un ambiente de tranquilidad donde pocos sonidos se hacían escuchar, la puerta quedo entre abierta la cual fue cerrada por Rob y Dom con todas sus fuerzas, hasta que lograron trabarla con una mesa que se encontraba sosteniendo unos objetos extraños. Dom apoyo su computadora portátil sobre la mesa y otra vez se preparaba para hacer lo que sabía, empezó por derribar la seguridad de la placa madre, esto le llevaría otro tanto de tiempo pero no podían perder tiempo muchos se estaban muriendo, entonces se le ocurrió empezar a instalar el nuevo sistema que contendría la placa, mientras disminuía la protección y se encontraba al 43% realizada, calculaba que llegaría a terminar con sobra de tiempo. Iba el 87% de la instalación del SO cuando de pronto la puerta se abrió y la mesa que la trababa voló contra el cuerpo de Robert dejándolo tirado e inconsciente en el suelo, entre el humo y la muchedumbre se encontraba el líder armado y preparado para disparar, preguntó con una voz escalofriante y mecánica -¿Qué hacen aquí? ¿Cómo ingresaron? Sólo yo se como ingresar-, Dom y Marion se dirigieron hacia su amigo tratando de rehabilitarlo, entre nervios y desesperación, la pantalla de la placa indicaba 90% y Dom dijo –parece que no tienes escapatoria estas muy lejos de cancelar la operación y aún si nos mataras estarás perdido, te sugiero que te marches y…- un silbido electrónico interrumpió marcando el 95% del proceso -bueno ya ves de lo que hablo- dijo Dom con un poco de alegría, porque aún no sabía que le pasaría antes de la finalización del proceso; el Líder furioso agarro del pelo a Marion y exclamo -¡detenlo, detenlo o la aniquilare en este preciso instante!- y otra vez un silbido y ya era el 98%, -¡imposible no tienes tiempo!- respondía ya no contento porque el androide tenía a su amiga, -no te preocupes por mí, moriré por una causa justa- decía mientras sollozaba Marion, el sonido del 99% se hizo escuchar, y la sala quedo en silencio por completo; el Líder casi sin saber que hacer no pudo matarla ya que Rob despertó movió uno de sus pies, y logró que el androide le prestara atención dejando de lado por un segundo a Marion, ésta pateo con todas su fuerzas el pie metálico del robot, el líder soltó una piña a la chica tirándola el suelo cuando Dominic gritó -¡Sí, muéranse!- el Líder miró el visor que decía “100%, instalación finalizada”, y de repente robots caían por todos lados, fuera del gran salón los estruendosos sonidos de maquinaria pesada cesaron, el robot líder dejó caer sus armas y se desplomo sobre sus guardias tirados en el suelo, Robert dijo tratando de acomodarse y doliéndose -lo, lo logramos- , -sí lo hicimos salvamos al mundo, esto quedará para la posteridad y somos los héroes del planeta- decía Marion.
Sin duda habían salvado al mundo, una humanidad entera iba a agradecer, aparecerían en los libros en las leyendas y serían recordados en muchas otras maneras de hacerlo. Dom y Marion buscaban a alguna persona o alguien que ayudara a su amigo, las fuerzas especiales no se harían esperar, entonces las unidades militares ingresaron a la base con tanques, autos, camionetas, ambulancias y una caravana de soldados a pie, los dos jóvenes se encontraban afuera pidiendo ayuda para recomponer a su amigo que debería de estar quebrado y en muy mal estado. Los tres jóvenes fueron llevados a un hospital donde reposaron y fueron condecorados por todos los presidentes de todo el mundo.
Se hallaban otra vez en el porsche, como todas las tardes de sus vidas comunes y corrientes contándoles, lo que hicieron, a todos los que se les acercaban para agradecerlos o solamente para contemplarlos.
FIN
3 comentarios:
¡¡Muy bueno Lu!! La verdad, buenísima la historia, me gustó. Unos fenómenos los pibes, menos mal que se avivaron. Eso sí, más que a ellos, habría que agradecerle a Bill Gates por Windows. Ja.
¡Que zafen los robots!
Luki, me asombraste con tu cuento!!! me gusto muchisimo y te felicito. Deja volar tu imaginaciòn y escribi lo que quieras, pero nunca¡dejes de soñar!
El Viejo
¡Qué hermoso cuento Luki!
Qué lindo que puedas expresarte de esta manera, y que lo disfrutes.
Seguí soñando y alegrándonos con tus escritos.
Besitos.
Tu mami
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